Profa. Iris Garcia
ULAC
La incesante
búsqueda de una sociedad más sana y feliz ha llevado a los estudiosos a
efectuar propuestas de transformaciones
a partir de sus investigaciones. La psicología, la pedagogía, la
sociología han dado sus aportes para encaminar a la sociedad hacia la
conformación de seres humanos capaces de tener una vida útil y en servicio a su
prójimo, consciente de su misión y capaz de transformar su entorno para ello.
Enfocar a la educación como un pilar
fundamental y hasta a veces como el
factor más relevante en la construcción de sociedades saludables y felices ha sido
una tendencia muy frecuente en los últimos años de allí la importancia
de las corrientes pedagógicas contemporáneas como punta de lanza hacia la
construcción de un ser humano cada vez más consciente de su razón de ser, de su
aporte social y de sus ilimitadas potencialidades para la transformación de la
sociedad en que habita.
Al considerar al
modelo educativo y sus corrientes pedagógicas elementos fundamentales para la
construcción de sociedades exitosas y saludables el rol del docente comienza a
tomar enorme relevancia para la vida, pues es en sus manos donde a través de la
escuela se forman y modelan los protagonistas de las transformaciones sociales
futuras.
El caos de los valores sociales, su
ineficacia y/o el detrimento de las relaciones económicas y
de producción comienzan a perfilar el surgimiento de nuevas corrientes sociales
y pedagógicas que o se paralelizan con
el modelo o lo combaten, conllevando
esto sin lugar a dudas a un nuevo modelo paradigmático social y económico que
emerge de la escuela y que termina transformando todas las relaciones y valores
de los miembros de la sociedad.
Hoy día los modelos pedagógicos contemporáneos otorgan
al ser humano el reconocimiento como protagonista de su entorno, lo eleva en sus
más altas potencialidades y lo identifica como ser social emancipador, capaz de
enfrenta a los más arduos representantes del poder hegemónico mundial y su percepción dominadora del ser. Pero este ser
emancipado no surgió de la magia o la teoría creacionista, sino de la
escuela, del maestro gestor de experiencias significativas y motivadoras de las
conquistas humanas más valiosas como lo es la libertad.
Nuestro actual
contexto histórico nos conduce a la conquista y reconquista de las teorías
pedagógicas más afines a nuestra actual realidad, de allí la relevancia de las teorías pedagógicas contemporáneas y su
vigencia …el paradigma ecológico y su visión interrelacionista y sistémica con el medio ambiente, el reconocimiento de que la escuela no es
diferente a un ambiente natural en sus elementos y relaciones, con su visión
integradora del ser, se hizo necesaria
en la decadencia de un modelo social mercantil, explotador y destructor del
medio ambiente, que infiltro sus valores
a las relaciones sociales y a sus valores imperativos. Pero ese modelo social y económico dominador y
conductista sostenido políticamente dejo
de tener vigencia ante la emancipación y la conciencia social, producto de laas nefastas consecuencias del
modelo económico dominador, entonces la cuna de los valores sociales, entendida
como la escuela se enrumba a la construcción de una nueva sociedad que reconoce
en el ser humano su potencialidad transformadora y su poder emancipador hacia
la dominación, surgiendo por consecuencia los gigantes de la pedagogía contemporánea; Pablo freire, Giroux, Maclaren, Popkewitz entre otros, quienes comprometidos con la libertad y la transformación del ser humano incorporaron
e integraron los elementos sociales,
los culturales, políticos y educativos
en las relaciones del hombre y la sociedad en la cual habita otorgando una
visión holística del proceso educativo, centrándose entonces en las relaciones
escuela-sociedad, conocimiento-poder-subjetivación, institucionalización-hegemonía
y vínculos entre lo teórico y lo práctico, lo que condujo a la percepción del hombre como ser capaz de liberarse en
conciencia, como instrumento de transformación
y de la educación, como instrumento político liberador de la conciencia y de la
dominación. Se enfoca la escuela así
entonces, con el gran valor y poder emancipador…Pero
centrándose no solo en las relaciones del aprendiz y el maestro con su entorno,
surge con profundidad la pedagogía dirigida hacia proceso interno de enseñanza y aprendizaje,
ante la pregunta…Como aprende un niño? Y
considerando sus experiencias previas, sus intereses, entorno y necesidades
surge el constructivismo y centra su atención
en el ser que aprende. Vigotsky y
Peaget se hacen referentes indispensables y los seres humanos y su comunidad se
hacen las bases necesarias para la construcción del aprendizaje y la transformación
social, de ello han transcurrido poco tiempo pero pocos resultados tangibles se
han expresado en el surgimiento de novedosas y permanentes sociedades, producto de estos modelos pedagógicos, al
menos en América latina y el Caribe, pareciera que lo teórico se ha quedado en
eso…en teoría pura sin transformación profunda en la acción, pues los
resultados en construcciones sociales y valores socioculturales no han sido
muchos, los cambios políticos que respaldarían estas nuevas sociedades tampoco
se han sostenido en el tiempo, sin afirmar el fracaso de la construcción de una
nueva sociedad basada en los principios de la pedagogías contemporáneas me
atrevo a afirmar que ha sido débil la
comprensión profunda que trae consigo el constructivismo, las pedagogías
criticas o el paradigma ecológico, quizás sea necesario darles más tiempo y
mayor profundidad en la aplicación de las mismas, combatir la alienación social
y juntar fuerzas en lo político, lo
social, lo educativo, lo económico…para avanzar un poco más, toda vez que
necesitamos reconstruir nuevas sociedades con seres humanos más felices, surge
entonces la duda… serán nuestros niveles de conciencia, quienes nos conduzcan a
ello? O será necesario que el insostenible efecto detractor de los poderes hegemónicos mundiales como el capitalismo, la
pérdida de valores humanos más elementales y la corrupción social las que
nos conduzcan a buscar un nuevo camino?, una nueva sociedad, un nuevo
hombre y mujer contemporáneos?...apuesto que la escuela y la pedagogía son el
mejor camino, pero hay que elegirlo.
Es por ello que los cambios a nivel curricular
deben ser producto de la conciencia abierta de pedagogos que claros en su
misión transformadora puedan comprender su rol histórico y ganar adeptos para
el proyecto sublime de construir una nueva sociedad, con nuevos valores
humanos. De nada vale imponer un currículo sintiéndose conocedor del mismo si
el docente no se encuentra convencido y
sensibilizado con el mismo, seguro de que este lo conducirá a un mejor camino
para la convivencia entre los seres humanos. No se trata de mera información
sobre estructuras y modelos, sino de encontrarse plenamente sensibilizado y consciente de que es a través de la
educación como se edifican sociedades, y son sus valores supremos los que
determinan el grado de felicidad de un
pueblo, así hasta los modelos de
producción y relaciones económicas adquieren un nuevo esquema, sostenidos bajos los principios de esa nueva
sociedad, encaminada sin demora hacia la
meta, que no es otra que la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario